En este recital que ofreció Alberto Cortez en Madrid, y después de otras canciones de su extenso repertorio, nos canta uno de sus temás más queridos y más emotivos: "Como el primer día", todo un canto a un amor sin fronteras ni límites. Extraordinario ejercicio de inspiración y completa lección de interpretación la que, una vez más, exhibe el maestro hispanoargentino.
Te sigo queriendo, como el primer día,
con esta alegría con que voy viviendo;
mas que en el relevo, de las cosas idas
en la expectativa de los logros nuevos.
Como el primer día, de un sentir primero,
como el alfarero de mis fantasías,
con la algarabía de un tamborilero;
y el gemir austero de una letanía,
como el primer día te sigo queriendo.
Te sigo queriendo valga la osadía,
con la garantía de mis pobres sueños,
es decir empeños, por que todavía
vive el alma mía de seguir creyendo
Como el primer día, como el primer beso
y el primer exceso de melancolía,
como la afolia del primer intento,
como el argumento, de una profecía
como el primer dic, te sigo queriendo.
Te sigo queriendo, si no lo diría,
se que no podría con mis sentimientos
lo que llevo adentro se convertiría
en una jauría de remordimientos.
Como el primer día, eres el velero,
la estrella, y el viento
de mi travesía.
Mi filosofía, mi apasionamiento
mi mejor acento, mi soberanía
como el primer día te sigo queriendo..
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