No puedes obligarme a no quererte
que cuando un corazón se empeña en algo da lo mismo,
me puedes condenar a no tenerte
qué importa si me has desterrado al fondo de mi abismo.
Que crees que no quisiera yo olvidarte
el único consuelo que me queda,
el tiempo pasa y todo se lo lleva
tu nombre mi dolor y los disfraces de esta pena.
Y sé que aunque hoy me duela el alma
y tú te hayas marchado con tus besos,
mañana aunque no quede nada de eso
los ojos que te lloren no habrá sitio para un sol...
Qué fue de la promesa que me hiciste
brindándome tu amor como en un cuento,
si el viento se llevó cuanto dijiste
se llevará también aquello que sentí por ti...
Y cuando pase mucho mucho tiempo
y pueda recordar cuanto te quise
me tomaré una copa con la luna
brindando por aquello que gané y que tú perdiste.
Y sé que aunque hoy me duela el alma
y tú te hayas marchado con tus besos,
mañana aunque no quede nada de eso
los ojos que te lloren no habrá sitio para un sol...
Qué fue de la promesa que me hiciste
brindándome tu amor como en un cuento,
si el viento se llevó cuanto dijiste
se llevará también aquello que sentí por ti...
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