viernes
BRAULIO "EL TRIBUNAL DEL AMOR"
Si la traición en el amor
fuera un delito,
y hubiera leyes que aplicar
a quien engaña,
te denunciaba ante la corte
ahora mismito
para dar cuenta de tus múltiples
"hazañas".
Se formaría el tribunal
para juzgarte
con el rigor con que se trata
a un delincuente,
tendrías derecho, ¿como no?, a defenderte
pero ni sueñes un veredicto de inocente.
Sería el fiscal quien se encargara, paso a paso,
de desmontar tus argumentos de defensa;
han sido tantas tus infamias en mi ausencia,
tantas las pruebas, los testigos y evidencias,
que ningún juez podría tratarte con clemencia.
Porque el que mata un corazón enamorado
debe morir del mismo modo que ha matado,
"ojo por el ojo- dice el refrán-
diente por diente",
para que aprenda el criminal
lo que uno siente.
Porque el que mata un corazón enamorado
debe morir del mismo modo que ha matado,
no existe un código de amor y esa es tu suerte...
sino te habrían de condenar a pena de muerte.
Si todo el peso de la ley cayera encima
del que comete una traición y nos lastima,
si se pudiera perseguir a los infieles y
castigarlos a las penas más crueles.
Si los pudiéramos sentar en el banquillo
para acusarlos de sus torpes fechorías,
bien vigilados, con el dedo en el gatillo,
por un buen numero de
expertos policías,
estoy seguro que otro gallo nos cantaría.
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